lunes, 16 de julio de 2012

Capítulo 9. Ojalá pudiese olvidar.

Sonrisas. Más sonrisas.

Casi no podía acostumbrarme a esas agujetas que se me formaban en la comisura de mi boca. Hacía tanto tiempo que no sonreía que pensé que se me había olvidado cómo hacerlo.
Pero con ella me sale solo.

Era como un mecanismo especial que se activaba cuando estaba cerca. Parecía incapaz de no sonreír a su lado.

Cogí con fuerza la correa de Gato, era lo único tangible en ese momento. Tangible, tacto... Era curiosa esa sensación que aún permanecía en mi mano, donde había entrelazado los dedos fríos de Leire para calentarlos. Y de nuevo una sonrisa.

Toqué esa zona cerca de mi boca como si con ello ese leve dolor desapareciese. Un paso en falso hizo que mis dedos acabasen en mis labios. Labios, beso.

Casi se me olvidaba el beso...o tal vez era lo que intentaba. Debía de ser eso último. Un beso distinto, fuerte, apasionado... y a la vez tan frágil.

¿Por qué dudaba tanto? Parecía que mi cabeza estuviese llena de puntos suspensivos, de espacios en blanco...

Agarré mi pelo, tirando de él haciendo el ademán de arrancármelo. Dios, me estaba volviendo loco. Me pasé la mano por la cara y tiré de nuevo de la correa de Gato que se había quedado regazado.

Empujé la puerta después de meter la llave en el cerrojo haciendo oficial la llegada a mi casa. Mi madre ya se encontraba allí, yendo de un lugar para otro de la casa.

-Ya he llegado.- murmuré dejando las llaves en el plato que había al lado de la puerta.

-¿Qué tal estás?-preguntó con su habitual entusiasmo.

-Bien, bien.-me agaché y le quité la correa a Gato.- ¿Hiciste lo que te pedí? -pregunté seguramente con demasiada rudeza.

Mi madre no contestó inmediatamente. Seguramente se dio cuenta de mi impaciencia.

-Sí, tienes el móvil encima de la mesa de tu habitación.

-Gracias. -respondí abrazándola con un brazo.-¿Me lo puedes decir?

-Sí, espera.-revolvió unos cajones y al final dio con el acertado.- 662706520.

-Vale, lo tengo, gracias de nuevo. -memoricé el número.

-¿Qué te pasa? -preguntó con el típico tono de “¿Qué has hecho esta vez?”

-Nada, ¿por qué? -pregunté. Era una gran mentira haber llamado a ese beso “nada”. Por un momento temí que Leire se hubiese puesto pintalabios y me hubiese manchado la boca dando pie a la pregunta de mi madre. Me llevé la mano a los labios para frotármelos disimulando una especie de tic, pero al tocarlos volví a revivir el beso. Bajé la mano, prefería ese leve cosquilleo en los labios, y no perderlo por una mera hipótesis.

-Son...sonríes.-contestó mi madre con perplejidad.

Suspiré irónicamente.

-Eso será por tener a la mejor madre del mundo.-le respondí.

Ella me golpeó con un trapo.

-No seas pelota. -dijo riéndose.- Vamos, ve a cenar.-añadió mientras seguía dándome 
pequeños golpecitos con el trapo.

La mesa ya estaba puesta. Mi madre sacó un pizza del horno y empezamos a cenar.

-Tal vez nos vuelvan a cortar la luz.-dijo mi madre desde el otro lado de la mesa mientras amontonaba las migas de la pizza en su plato.

Dejé mi trozo de pizza, bajé la cabeza y me pasé las manos por mi pelo, de abajo a arriba.

-¿Aún queda mucho de la deuda?- pregunté.

-Bastante.-hizo una pausa.-Aunque he conseguido cierta flexibilidad en el próximo pago.

A partir de entonces se hizo un silencio, sólo interrumpido por las sillas al arrastrarse y los platos que chocaban mientras los lavaba y mi madre los secaba.

-Sabes que puedo trabajar, ¿verdad?- dije echándole un vistazo a mi madre y previendo su contestación.

-¡No, no, no, no y no! -contestó, como supuse, con exagerados movimientos de brazos.- Lo primero son tus estudios.-acabó.

-Sabes que no los necesito.- le pasé un plato.

-Y tú sabes que con la mejor de las memorias no aprendes a hacer integrales. -dio en el clavo.

-Siempre puedo hacer las dos cosas a la vez. Trabajar y estudiar. Mi memoria no será capaz de enseñarme integrales, pero hará que sólo necesite escuchar una vez cómo se hacen. Me sobra el resto del tiempo.

-Pues si te sobra el tiempo aprende otras cosas o...no sé, diviértete como un chico normal de tu edad.

-¿Y qué aprendo? Y no me digas que aprenda a tocar el violín porque creo que es el único instrumento que me falta. -no entendía porqué mi madre no me dejaba ayudarla- Y en serio, ¿”como un chico normal”?- dije haciendo el gesto de las comillas con los dedos.- Han coincidido demasiadas circunstancias para no poder ser un “chico normal”. Realmente demasiadas.

Acabada la tarea de fregar los platos subí a mi habitación. Pasé la mano por mi escritorio y primero encontré el móvil, como mi madre había dicho, y después los auriculares.

Los auriculares. Amaba la música por encima de todo. La adoraba, pero también era mi perdición.

¿Cómo se podían resumir tantas agonías en unas notas? ¿Cómo se puede transmitir la felicidad con metáforas armoniosas? La música taponaba los demás sentidos y eso me hacía estar vivo...como si fuese normal.

Ojalá fuese normal...

Me quité las gafas y presioné mis dedos contra los párpados de mis ojos. Recordaba todas nuestras conversaciones, al igual que recordaba cada cosa, cada momento de mi maldita vida. Repasé mentalmente nuestros encuentros. Después de la conversación con mi madre necesitaba sonreír.

-Mar y hierba.-susurré aún con los ojos cerrados. El recuerdo me hizo sonreír al instante. Maldita chica, ¿qué era lo que tenía? Nada.

Era curioso que relacionase mi olor con esas dos cosas, como si se “oliese” lo que me pasaba...

Cogí los auriculares, los conecté a mi móvil, enganché sólo uno de ellos en mi oído y me tumbé en la cama. Me quité las zapatillas con los pies y puse la única canción que podía animarme en momentos como ese: You're gonna go far, kid. Dejé que mi cabeza caminase por el amasijo de versos.

-With a thousand lies and a good disguise -susurré cantando la canción.
Pasé parte de la noche escuchando música, y ya, de madrugada, dormí con lo que tenía puesto.

Las primeras notas de la guitarra acústica de Jason Mraz me despertaron. Era agradable levantarse de esa manera tan suave, casi ligera con la que empezaba Love is a four letter word. Me quité la camiseta y salí de mi cuarto, en el pasillo me encontré con mi madre, ya preparada.

-Por favor Lucas, ponte una camiseta. -dijo buscando las llaves en su enorme bolso.

-Voy a ducharme, mamá. -respondí dándole dos besos como despedida.

-Vale, vale, pero luego ya sabes.

-Sí. -contesté bostezando.

-Yo ya me voy. -dijo agarrando por fin las llaves.- Pasa un buen día en el instituto.

-Ojalá.-resoplé.

Me duché y busqué la ropa que me iba a poner en el armario. Rozando los cajones, me recordé a mí mismo que Leire no podía pasar a mi habitación. Era demasiado arriesgado.
Me vestí y bajé a desayunar lo que encontrase por la cocina. Aún con un poco de hambre salí de casa mientras me ponía las gafas. Llegué a las escaleras del metro y bajé al submundo, como yo llamaba al laberinto de túneles. Salté el torno por el que se introducía el ticket y pasé a la parada.

El birrail llegó, pero era demasiado pronto, debía coger el siguiente. Me puse sólo un auricular y empecé a escuchar música, esperando. Cuando éste llegó, me subí al tercer vagón, tenía que sentarme allí. Sólo una parada me llevó a mi primer destino, Leire.

Las puertas se abrieron, y ella, despistada y soñolienta entró mientras tarareaba una canción. Paró de tararear, se quitó los auriculares y se sentó enfrente de mí.

-Mi pesadilla me persigue. -resopló.

-¿Una pesadilla en la que no nos besamos?

-No, una en la que un ser egocéntrico me acosa. -respondió casi dormida.

-¿Aún no eres persona? -pregunté recordando el día en el que le conocí.

Ella respiró una risa.

-¿Recuerdas eso? -dijo incrédula.

-Oh, eso. -reí.- Padezco de hipertimesia es...

-Una enfermedad que hace que tengas una memoria inusual. -terminó por mí.

-Que extraño, has usado la palabra “enfermedad” y has cambiado “prodigiosa” por “inusual”. -
dije rememorando la definición auténtica.

-Personalmente, no lo veo como un don, sino más bien como una maldición. -contestó perdida en su mundo. Algunas veces le pasaba, se perdía en su cabeza imaginándose la situación y su tono de voz cambiaba un poco, como si se perdiese en el horizonte, esa línea en la que el cielo se fusionaba con la tierra.

-¿Por qué? -dije curioso. La mayoría me ponía a prueba y exclamaba lo genial que era eso.

-Pienso que las personas tienen la capacidad de olvidar por alguna razón. Debe ser horrible... rememorar continuamente los peores episodios de tu vida. -parecía que lo llevaba a su campo personal, como si tuviese un recuerdo que intentase olvidar. Prosiguió susurrando.- Y que tu cabeza continuamente esté proyectando tu vida...como si fuese una película que cuando acaba empieza de nuevo.

Lo decía realmente triste y de una manera lenta. Su voz tiritaba al igual que ella. 

Instintivamente la alcancé con mi mano y la empecé a acariciar su rostro.

-Hay algo que quieres olvidar. -dije. Ella asintió.- Eres la primera persona que lo ve como algo malo, y la única que tiene razón. -le contesté- ¿Pero sabes una cosa? -ella negó con la cabeza.- Desde ayer me alegro de mi prodigiosa memoria.

Ella rió cortamente. Yo seguía acariciando su mejilla inconscientemente. Alertado, bajé la mano a las suyas para no cometer una estupidez.

-Bueno, esta es mi parada.- dijo de repente. Se levantó, cogió su mochila pero no se movió.- 
Si no me sueltas la mano no me podré ir.

-Esa es la idea. -sonreí.

Las puertas se abrieron y tiré de su mano acercando su cuerpo al mío. Sus labios chocaron con los míos en un corto pero intenso beso. Ella se alejó, consternada.

-Por un momento pensé que sólo había sido un sueño. -dije.- Pero tus labios mantienen ese sabor a fresa. -me relamí mojando mis labios para ponerla aún más nerviosa.

Ella me apartó con las manos.

-Hoy iré a tu casa a por mi bolso. Además, necesito hablar contigo. -empezó a alejarse rápidamente por las puertas que se cerraban.

-Yo sí que te necesito...-y acabé gritando.- ¡Pero en mi cama!

14 comentarios:

  1. Amo tu forma de escribir, me hace trasladarme a la historia en menos de un segundo en serio, continua así por favor :)

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    1. Awwwwwwwwwwww!!!!!! muchas graciaaas sabes que ya te amo, no? jajaja quieres casarte conmigo??? jajajaja
      Muchas gracias por todo, de verdad, por apoyarme y por leerlo ^^ I love youuuu

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  2. Soy el anónimo del otro día (me llamo May). Me encaaaaanta, escribes muy bien :) ¿Sabes que es lo que me gusta mas? El misterio que rodea al chico (Lucas verdad?) y tambien a Leire. En serio, continuala pronto y no tardes tanto en subir capítulo por favor :) Un beso.

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    1. Gracias, gracias!! :) Si, lo siento estuve ocupada la semana pasada u.u espero subir capítulo durante estos días :)
      Sí, el chico es Lucas y tiene la verdad que muchos secretos, muchísimos, por eso dice que "hay demasiadas condiciones para no poder ser un chico normal".
      Gracias por leerlo y comentarme ^^
      Besis :D

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  3. Dios!! *__* Es que eres IMPRESIONANTE me encanta como escribes.. bueno.. eso se queda corto.. Sigue así :)

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    1. Gracias!! Gracias!! Muchas graciaaaas!!! waaaaaaaaaah gracias de verdaaaaad *inclinada a tu pies* GRACIAAAAS :D

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    1. sublime? jajaja eso solo lo puede decir alguien que ha visto cómo conocí a vuestra madre!! jajaja te conozco? Creo que sí xd
      Muchas gracias por leerlo y por comentar! Me hacen super feliz los lectores nuevos ^^
      Gracias de verdad!!

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  5. Estoy de acuerdo con el comentario de arriba, SUBLIME ESPECTACULAR, OSEA, TE MONTO UN MONUMENTO AJSDAHLHJDASHKDASHJDAHAJSHDKASHDASJDHASJHDASD JOPE, JOPE, JOPE, ME ENCANTA, ESA ULTIMA FRASEEEASJDKHASJHDASJSHDS Lo tuyo es matarme con las ultimas frases de Lucas, no? Y ese beso, y por cierto, me ha encantado y sorprendido que ahora lo narres en "modo" Lucas, mola muchísimo y djaskhdasjhda me encanta! Y la enfermedad de Lucas es esa? Solo esa? Porque ha dicho que es un cumulo de cosas lo que le impiden ser normal, y no creo que lo de su padre y su inusual memoria sea lo unico... Voy a por el 10 ahora mismo :3
    Beeeeesazos guapa :)

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    1. jajajaja me encanta dejar a Lucas con las últimas frase jajaja
      Bueno, narré este capítulo en modo Lucas para que conocieseis al personaje... y seguramente lo haré muchas veces más pero principalmente quiero centrarme en Leire aunque por lo que veo os mola más cuando es Lucas... No sé, ya pensaré :)
      Son muchas cosas, ya se irán sabiendo!! :D
      Guapa tú!!!

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  6. Lo mejor....me dejas con toda la intriga y necesito seguir el final hace que tenga que!!

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    1. jajajaja me encanta que sufráis con mis finales! ^^
      Adoro que sea tan adictiva! :D
      Graciaaas!! Muchas gracias!!

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    2. Empiezas con un titulo explosivo que hace querer leer y terminas dejando con la intriga, no se ccomo lo haces, pero gracias a ti:]

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